El Coaching del Juego Interior (Parte 1).
Francisco Mora Larch.
El titulo que empleo aquí, remite a un libro escrito hace tres décadas, “El juego interior del tenis”, de Tim Gallwey (1), un coach norteamericano que “revolucionó” la forma de entrenar o “couchear” a aquellos interesados en ese deporte.
Pero Gallwey, explicitaba muy tempranamente que la metodología que empleaba para enseñar tenis, en realidad podía ser utilizada en cualquier otro deporte o ámbito de la vida.
Una lectura minuciosa del texto, resulta valiosa para rescatar los aportes del autor y desde ahí, re-pensar algunos elementos de análisis, elementos que mantienen su vigencia en el trabajo que realiza un coach. Pensemos también que el tema del coaching sigue siendo relevante en muchos ámbitos de la vida cotidiana en el campo del deporte, de la gerencia de empresas y en el terreno de la educación.
Mi intención es seguir la exposición de Gallwey y mostrar algunos aspectos clave en el trabajo que realiza y que pueden ser de gran utilidad en el campo en que actualmente me desempeño: el de la docencia y la tutoría educativa y de la capacitación profesional y laboral.
De entrada, Gallwey indica ya una cuestión clave del texto: su libro no es un libro técnico sobre cómo aprender a jugar tenis, apunta mas bien a la dimensión subjetiva del jugador y cómo esta dimensión cobra relevancia a la hora de ejercitar un deporte, una asesoría o cualquier otra actividad, con otro que quiera aprender a rendir al máximo en su disciplina.
Un acompañamiento cercano, puntuando el texto, intenta rescatar el aporte metodológico, identificar aquella “posición” desde donde “se lee” el fenómeno a investigar, y cuyo fin es justamente cuestionar lo existente para proponer un instituyente que modifique el modelo hegemónico en la práctica del tenis. Así, es como la decisión de renunciar a algo, se vuelve en un momento, más importante que aportar “lo novedoso”, luego se podrá proponer algo. La idea es como irse desembarazando de aquello que uno “arrastra” por habito, por la costumbre, la tradición o una supuesta efectividad.
Situación difícil, pionera, cuestionable, una renuncia previa lleva a internarse por caminos inexplorados, poco conocidos, y en este sentido tanteando, intuyendo, reflexionando a cada paso que se da, tolerando la incertidumbre, pero aquella renuncia apunta a cuestionar el modelo instrumental, centrado en la habilidad y competencia técnica, para entender que la misma se vuelve un obstáculo cuando arrastra y borra el factor subjetivo contenido en la experiencia y en una especie de “inteligencia natural”, de un cuerpo que recrea “la gracia” y el goce, antes que pensar en la “erudición” técnica.
El juego interior de Tim Gallwey.
El texto de Tim Gallwey puede ubicarse en el terreno de la Psicología deportiva. Esta disciplina ha intentado desde sus inicios, delimitar su actuación a la cuestión de las actitudes, y plantea que es en estas donde se puede encontrar la clave de los individuos que triunfan en alguna disciplina física, o en los equipos deportivos que mantienen un nivel de excelencia en su desempeño, como equipos ganadores.
Sin embargo, es interesante constatar que Gallwey no aborda el tema de la actitud, quizás porque seria el aspecto mas externo y evidente que muestra un deportista o jugador, mientras que Gallwey intentaba ir en sentido inverso: de lo mas superficial y observable a los aspectos no observables, al “juego interior” que se desarrolla en el ámbito interno del jugador, esta claro que esta postura “revolucionaba” la forma de proceder del “profesor”, cuestionaba “sin querer” “la metodología” instrumentalista, de competencias, enfocada al desarrolla de habilidades técnicas y de potencia física, asentada en una relación de poder, autoridad, mando y control de los coaches.
Es interesante constatar que la publicación del libro, tal y como la narra el autor, encontró una receptividad enorme en ámbitos tan diversos como la ingeniería, el arte, la administración de empresas, el entrenamiento en otros deportes e incluso en cómo leer un libro de texto, sin embargo, lo paradójico es que fueron los entrenadores de tenis los mas reacios “al mensaje” del texto e incluso sintiéndose agraviados por la forma en que un entrenador se atrevía a proponer cómo enseñar el tenis, fuera de los cánones establecidos.
Gallwey nos insiste en que es importante para los interesados, la forma de aprender la técnica del juego interior, y en relación a nuestro tema (la tutoría o la capacitación), plantea una cuestión clave: “la enseñanza técnica podía acabar creando barreras para el aprendizaje. Y admito que cuando descubrí la metodología del juego interior, me quede tan sorprendido por la cantidad de técnica que podía aprenderse sin enseñar técnica”. (Gallwey, 1972).
El material expuesto por Gallwey no se basaba en las teorías del aprendizaje al uso (en ese entonces era un estudioso de ellas), ni en alguna filosofía de moda, según aclara el autor, expresa que todo derivó de un trabajo concreto a nivel de la cancha, de la experiencia que le reportó la practica y la enseñanza del tenis, observando e interviniendo en el campo, pero a la vez auto-observándose, reflexionando sobre los efectos sutiles que provocaban sus intervenciones y des-cubriendo que en cada jugador, cuando practica, hay un “monologo con uno mismo”, de lo cual deriva una “teoría” que a continuación expone en su texto: la relación y la “comunicación” entre el yo numero 1 y el yo numero 2.
Antes de entrar de lleno al análisis del material, nos queda ya una cuestión a comentar, esta indicación de la existencia de una paradoja que funciona de esta forma: insistir en el aprendizaje técnico, puede crear barreras de aprendizaje, es decir, el énfasis en el aprendizaje técnico o la búsqueda de la perfección técnica se vuelve un obstáculo al “verdadero” y efectivo aprendizaje.
Referente a esto, el psicoanálisis nos ha enseñado hace tiempo, que reforzar con técnicas de estudio las dificultades de aprendizaje fortalece aspectos defensivos, que aceran y endurecen la flexibilidad del pensamiento; las defensas son mecanismos psíquicos causales de estas dificultades, por lo que el remedio resulta peor que “la enfermedad”.
(1) Gallwey, W.T. 1972 (1997) El juego interior del tenis. Editorial Sirio. Málaga.
